¿Recuerdas cuando eras feliz?

Dime algo: ¿Aún recuerdas aquellas ocasiones en las que fuiste feliz?

Si, aquellos momentos de éxtasis que pasaste junto con tus amigos en aquella fiesta o en aquella salida al parque o al cine, las veces que no paraban de reír porque a alguien se le ocurrió decir alguna tontería, un gran chiste o uno malisimo.

¿Recuerdas aquellos momentos dentro de tu habitación en el que escuchabas música a todo volumen y todo tu cuerpo vibraba al mismo tiempo que tu canción favorita?

¿Recuerdas la primera vez que te gustó alguien? Su forma de mirar, las arrugas que se le hacían en los ojos al sonreír, su sonrisa, sus hoyuelos o algún lunar, esas marcas que te interesaba descubrir… su manera de pensar, su manera de caminar y de hablar

¿Recuerdas la primera vez que te enamoraste? Sus abrazos, aquellos que te hacían sentir que los problemas desaparecían como si nunca hubieran existido, cuando entrelazaban sus manos y se sentían imparables ante los demás, esos besos profundos que iban más allá del deseo, realmente hacías conexión con esa persona, sus caricias… esas caricias que te hacían sentir tan especial.

¿Recuerdas tus momentos de rebeldía y de locura? Cuando no entrabas a clases y te ibas por ahí con tus amigos cuidando que no los atraparan, cuando corregiste a un profesor porque se había equivocado en una operación matemática, tocar el timbre y salir corriendo, cuando te le declaraste a esa chica o a ese chico aun muriéndote de los nervios, las cartas de san Valentin que si enviaste y que si recibiste, las veces que llegabas tarde a casa por pasártela bien en casa de alguien más, tu primer cigarrillo, tu primera saboreada de alcohol, tus primeros secretos, tu independencia o algo parecido a eso

¿Lo recuerdas?

¿Recuerdas cómo se sentía tener el control, tener el poder, sentirte invencible? No sé si lo recuerdes pero tú tenías un corazón latente y lleno de pasión.

¿Recuerdas las veces que fuiste valiente? Cuando en un principio te causaba terror intentar algo y que finalmente lo lograbas ¿recuerdas esa sonrisa audaz y llena de satisfacción? ¿Recuerdas las veces dentro de la ducha donde sentías que eras el mejor cantante o músico de tu propia banda?

¿Recuerdas cuando confiabas en los demás y en su bondad? ¿Recuerdas… cuando confiabas en ti?

Recuérdate… hazte un favor y no te olvides… ya no más…

Te veo por ahí cabiz bajo, sin ganas de nada, apático y con la mirada fría, el cuerpo rígido y la sonrisa apagada, vas caminando sin un rumbo fijo, vas dudando de todo, hasta de tus propios deseos…

No está mal perderse, lo que está mal es no encontrarse nunca.

Hazte un favor y deja de levantarte día con día con la misma sensación de fastidio o de pereza hacía la vida… como si no fueras parte de este mundo, el mundo no tiene absolutamente nada en contra de ti, de hecho le debes muchas cosas, todos tenemos algo que agradecer no solo a otras personas si no al planeta tierra… a su naturaleza, al inmenso territorio que nos proporciona para vivir.

Escuchate… escucha tus quejas, aquellas quejas que haces acerca de tu entorno, de tu economía o de cómo no funcionan las cosas en tu país, de la corrupción, de las injusticias,…escucha tus quejas sobre ti mismo…escúchate para poder cambiar todo lo que no está yendo bien…es válido quejarse porque así te vuelves consiente, pero no lo dejes ahí, quéjate pero haz algo al respecto por solucionar tus problemas y contribuir con acciones para mejorar el mundo, el mundo necesita de ti, ¿ves esos superhéroes de las películas de los comics? Pues no existen, pero son un reflejo de lo que debe y podría hacer una persona común y corriente… por ejemplo preocuparse por otras personas.

Tu super poder es tu voluntad, es tu energía, son tus sueños, es ese amor que a veces no dejas salir porque temes que te lastimen, temes que lo hagan a un lado y lo rechacen… porque ya te ha pasado. Pero déjame decirte que eres un héroe por esa misma razón, porque a pesar de que te has caído un millón de veces te has podido levantar.

Así que deja de ser condescendiente contigo mismo y saca ese guerrero adormilado y asustado de su coraza, que tienes mucho que aportar a este mundo, empieza por lo que este a tu alcance, esos proyectos abandonados ¡continúalos! Empieza hoy, y haz de tus grandiosas ideas una realidad… deja de pensarlo tanto y sal afuera a buscar las maneras de alcanzar tus objetivos, háblalo con otras personas, hazles recordar también a ellos su valor, el valor que tienen en este mundo, que la mayor oportunidad que tienen y que no dejaron ir es el haber nacido. Invítalos a recordar las cosas que han vivido, en especial las buenas que como ya viste seguro han sido muchísimas. Levántales el ánimo a todas las personas que puedas y no lo hagas ciegamente, hazlos reflexionar y pensar, escucha a otros y sobre todo date a escuchar. Eleva tu voz cuando tengas grandes cosas por decir y que el silencio sea tu fiel compañero cuando las palabras estén de más.

Vuelve a ser feliz…de verdad, necesitabas que alguien te lo dijera: pues ahí esta: vuelve a ser feliz. Recuerda tus mejores épocas y momentos de vida y se mejor que eso, vive cosas aún más extraordinarias… se vale estar triste y pasar por malos momentos pero por favor, por favor nunca dejes de intentar, nunca dejes de amar, de hacer locuras, de ser valiente, de valorar a tus amigos o de pasar tiempo con tu familia y sobre todo no te abandones, no vuelvas a dejarte como segunda opción, deja de ser el personaje secundario de tu propia historia, eres el protagonista y tienes el mejor de los papeles uno que solo tú puedes interpretar.